trichet

Y seguimos gobernando para la banca.

Aunque hace tres días, el BCE propuso mantener los tipos de interés en 1,25, ya se nos va diciendo por lo bajo que Trichet prepara para el próximo mes una nueva subida de tipo de interés.

Con el cuento de intentar frenar una inflacción que es temporal por la crisis del petróleo devengada por la guerra en Libia y por una especulación alimentaria que si no quiere acabar en otra burbuja tendrá que echar rápidamente el freno, el director del Banco Central Europeo no hace más que estrechar, si aún se puede más, el cinturón de la precaria economía del ciudadano europeo.

Esta medida tan solo beneficia a la banca con el propósito de incrementar sus beneficios y de paso dar aire a unos bancos que ni con las millonarias ayudas estatales han podido inyectar dinero a la economía y que ni con ésas, levantan cabeza.

Bastante tienen con ir prestando a sus respectivos gobiernos el dinero que éstos mismos les han adelantado en forma de ayudas.

Si esto sucede, la gobernanza del BCE quedará de nuevo en entredicho. Ya que parece gobernar tán solo para interés de los bancos alemanes y en menor medida, los franceses.

Le es absolutamente indiferente la situación de los países que tienen problemas de deuda. Ya que esta noticia desde luego no les sirve para reactivar su maltrecha economía sino todo lo contrario.

Asímismo, la política monetaria del señor Trichet va en contra de toda lógica.

Todo su afán se basa tan solo en mantener un euro fuerte que tan sólo beneficia a Alemania. Cuando la exportación es el problema más grande que tienen la mayor parte de los países de la zona euro y una moneda por un cierto tiempo desvalorada, vendría muy bien para incrementar las ventas al exterior.

De igual manera y con el mismo objetivo, no vendría mal que se emitiesen más euros para así inyectar liquidez a las economias nacionales, que buena falta les hace.

Como digo, esta oleada de despropósitos no hacen mas que empeorar una situación que ya parece kafkiana.

Por un lado una ciudadanía, que ve impotente como se legisla en todos los sentidos en contra de sus intereses y con una clase política que hace oídos sordos a sus quejas y que sigue yendo a lo suyo, que parece que no es lo nuestro, como si con ellos no fuera la cosa.

Las penurias y desastres que conlleva sus acciones en la gente, como el pacto del euro, por lo que se ve, se las trae al pairo.

Ellos siguen con sus discusiones bizantinas de si son galgos o podencos los recortes y reformas con las que nos están ahogando.

Pero ninguna mira la forma de como hacer que esta crisis no la paguen los de siempre sino los que la han causado.

por ARMAK de ODELOT